jueves, 3 de mayo de 2012

¿Cuál es el significado y sentido de la autoridad pedagógica en perspectiva de un docente de ERE?

En nuestra práctica pedagógica nos vemos enfrentados a diario con realidades que confluyen en la escuela y que generan diferentes formas de relacionarse; es así como con gran preocupación vemos un creciente aumento en los índices de violencia, manifestada de manera física o verbal, con amenazas, hostigamiento, burla, acoso y muchas otras formas de agresión que se presentan en nuestros estudiantes y que por ende hacen que el clima escolar se torne tenso. Son muchas las estrategias implementadas por todos los agentes involucrados en el proceso de formación de los jóvenes; sin embargo muchas de estas estrategias se centran en el discurso y en ocasiones se percibe que éste no es lo suficientemente efectivo y pareciera que se agota sin alcanzar el objetivo propuesto, es decir, favorecer las relaciones interpersonales. El reto que se nos presenta entonces es romper con una serie de barreras culturales, transmitidas de generación en generación; donde los mismos padres han educado a sus hijos en contextos familiares violentos y agresivos, donde el entorno hace parecer que la única salida para resolver el conflicto es la violencia; podría decirse que la agresión se asume como una conducta normal para aplicar “justicia”. Ahora bien es importante llevar a nuestros estudiantes a reflexionar haciéndoles notar que el conflicto existe como parte de la vida humana, la recrea, forma a la persona, la madura, le exige desacomodarse de una situación y buscar otra nueva por tanto es inevitable; pero también como seres humanos estamos en capacidad de saber resolver estos conflictos de la mejor manera posible y hacerlo requiere unos “actos de convivencia”. Lo anterior lleva a realizar un trabajo en comunidad donde el valor de la palabra recobre su sentido; que la palabra del niño, maestro, padre/madre sea confiable, importante tener muy presente lo que decimos ya que la palabra tiene poder sobre los otros, sean positivas o negativas éstas dejan huella, marcan; por tanto debe haber un compromiso con lo que decimos y prometemos. Educar entonces en cuanto a la convivencia nos enseña a evitar o prevenir que los conflictos lleven a agresiones personales o a males de mayor envergadura, por ello crear herramientas de convivencia de carácter pedagógico es una forma de hacer que las relaciones humanas se den en sentido de valores, de buen vivir, de amistad, posibilitando la construcción de vivir en derechos como base de la democracia participativa como vivencia.

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