jueves, 10 de mayo de 2012

LA IMPORTANCIA DE LA EVALUACIÓN EN EL PROCESO DE ENSEÑANZA Y APRENDIZAJE

En nuestro que hacer pedagógico en el aula nos vemos enfrentados a la realidad de evaluar y evaluarnos cada día “nuestro” proceso de enseñanza y aprendizaje. Sí, “nuestro” porque no tenemos que sentirnos los docentes excluidos en este proceso ya que también va a la par con los estudiantes, porque el docente forma y educa y el estudiante se va formando y educando según nuestro modelo de enseñanza y aprendizaje. Son variadas o muchas las estrategias que utilizamos para este proceso de evaluación, sin embargo algunas de estas pueden funcionar y otras no teniendo en cuenta el contexto en el que estamos viviendo esta experiencia pedagógica. Entrar a evaluar un proceso de enseñanza y aprendizaje es una labor dispendiosa puesto que no se reduce a una evaluación cognoscitiva sino integral que abarque todas las dimensiones del ser. Lo anterior me permite definir que la evaluación en el proceso de enseñanza y aprendizaje no se debe trabajar con un sentido de normatividad que es un significado débil e inconcluso, debe tener un sentido constructivo, una opción para revisar y así generar un conocimiento de carácter retro-alimentador con criterios o elementos que sirvan para comparar y mejorar los procesos con eficacia, efectividad, pertinencia y viabilidad en toda acción pedagógica. Es importante saber que la evaluación se debe iniciar desde el contexto de los estudiantes a partir de un diagnóstico donde se permita observar las condiciones en las que se encuentran nuestros estudiantes evidenciando las problemáticas, intereses y necesidades. La evaluación debe ser continua y tener en cuenta los siguientes aspectos: Autoevaluación, heteroevaluación y coevaluación; estos tres aspectos deben estar acompañados del proceso cualitativo y cuantitativo. La observación es un elemento fundamental que permite evidenciar avances o retrocesos. En cuanto al aspecto de autoevaluación el estudiante reconoce sus limitaciones y posibilidades para su aprendizaje y se evalúa teniendo en cuenta criterios o acuerdos establecidos y concertados con el docente, esto lo lleva a una reflexión a que no vea la autoevaluación “que lo va a salvar” sino a un pacto serio que le sirva para mejorar su aprendizaje. En la heteroevaluación el docente evalúa teniendo en cuenta los parámetros conocidos que implementa y aplica, estos los debe conocer el estudiante para ponerlos en práctica en sus trabajos, actuaciones y rendimiento de su proceso enseñanza y aprendizaje; en este aspecto el estudiante también lo puede realizar hacía el docente ya que no se puede olvidar que la evaluación es un proceso para todos los agentes de una comunidad educativa. En el tercer aspecto la coevaluación es importantísima ya que ésta se aplica con todos y cada uno de los estudiantes permitiendo que el grupo participe y evalué los aprendizajes logrados y proporcionen la retroalimentación a sus compañeros para mejorar su calidad de aprendizaje, teniendo siempre en cuenta los criterios y acuerdos establecidos por todos (comunidad educativa). Como conclusión la evaluación en el proceso de enseñanza y aprendizaje ayuda a que una comunidad educativa trabaje con compromiso y responsabilidad; y el que hacer del docente sea siempre evaluar para el aprendizaje de la vida, formando hombres nuevos, líderes en valores, que tengan sueños y esperanzas de un mundo nuevo sirviendo a la humanidad.

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